lunes, 29 de septiembre de 2008

2030: la reconquista de Toledo

Prensa - Diario de Leon - 14/09/2008

HISTORIAS DEL REINO
MARGARITA TORRES

EL INSTITUTO Nacional de Estadística nos advierte que en el año 2030 el porcentaje de jubilados de nuestro país rondará el veinticuatro por ciento de la población. La media, preocupante, es clave de pánico para ciertas provincias como León o Zamora, para las que se avecinan nubarrones negros, pues sus ciudadanos prefieren residir en lugares con servicios sanitarios antes que en núcleos apartados de agónica población y condenada supervivencia. Advierte el ministro del ramo, recientemente en Zaragoza se presentó un informe a este respecto, que faltan médicos en toda la piel de toro, pero especialmente en ciertas zonas de ella en las que el pellejo cubre hueso de anciano y no recia musculatura de novillo.

La clave del éxito reside sobre los pilares del empleo que fije el futuro de nuestros jóvenes a su tierra y no permita la descapitalización humana, buenas comunicaciones para salvar una geografía adversa y la apuesta por una vertebración territorial correcta y no basada en una ciudad epicentro como Valladolid en Castillileón. Para que no nos acusen a los leoneses de derrotistas y antipucelanos, tal vez recuerden los lectores la reciente noticia de las desavenencias en el seno de Caja Duero entre Fermoso y su director general. El primero, presidente de la entidad bancaria, había adquirido el compromiso personal con León de la Riva, vicepresidente por cierto de la misma Caja, de rehabilitar el teatro Lope de Vega de Valladolid no por los siete millones estimados sino por diecisiete. Y llegó el director general, con más razón que San Isidoro, y les espetó a ambos que Valladolid ya cuenta con el Calderón, el Zorrilla y el Miguel Delibes, y que esos diecisiete millones irían mejor a otros destinos comunitarios.

Pero retornemos al origen. Desde estas páginas hemos hablado del centralismo fagocitador de la urbe del Pisuerga, a donde acaban por arribar todos los servicios, centros y, en definitiva, todo poder. Ha poco que denunciaron los medios lo ocurrido con cirugía pediátrica. Pues bien, Guisa-sólo para Valladolid acaba de anunciarnos que Castilla y León, las restantes 8,5 provincias, tiene problemas serios para financiar sus costes sanitarios, tan dispersos ellos por el envejecimiento, la orografía, etc. Tal vez por ello sea necesario, desde su punto de vista, tenernos controlados desde una ciudad que, como acabará ocurriendo con Zaragoza respecto al resto de Aragón, acabe por devorarnos a todos o condenar a los irredentos a sobrevivir en reservas humanas como los indios, convertidos en una atracción más. Recomiendan en el resto de España -el ejemplo de Castilla-La Mancha es excelente-, descentralizar, racionalizar servicios, asentar sanitarios en centros rurales. Aquí, en cambio, León terminará por convertirse en Parque Jurásico, Zamora en el desierto del Duero, Salamanca en una universidad, Palencia en la ciudad dormitorio de Valladolid, y la capital nunca nombrada en la gestora absoluta de nuestros destinos, benefactora máxima de nuestros impuestos. La solución, tal vez, pase por resucitar a Alfonso VI y que nos reconquiste Toledo de nuevo. Por lo menos allí nos tratarían de otra manera. Con respeto.

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