Llorente pide que se realice el test que determina la eficacia de la vacuna de la lengua azul
Las bajas en los rebaños de la zona norte de León arrastran ya cuantiosas pérdidas
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R.Lopez
Ugal calificó ayer de hecatombe la situación de mortandad que está viviendo la ganadería en el norte de León, que se extiende de forma incontrolada por los valles más alto de la provincia. Y ante la falta de información de los responsables de la administración competente en la materia «la dejadez y el abandono al que están sometiendo a los ganaderos», precisó Matías Llorente, secretario de la organización, este sindicato va a pedir por vía judicial que se esclarezcan las circunstancias y las causas que han dado pie a una mortandad masiva entre los rebaños de ovejas y ahora comienza a afectar también al vacuno. «Según los responsables en sanidad animal sólo se puede llegar al fondo de la situación de una forma; es preciso un muestreo de sangre a través de un test específico para determinar si las reses vacunadas contra la lengua azul han generado algún tipo de anticuerpos a las dos semanas de recibir la dosis. De no ser así, demostraría que las vacunas no estaban en buen estado y que pueden ser desencadenantes de este problema que tantas pérdidas está ocasionando a los ganaderos. Y Ugal va a pedir una investigación judicial, en un trámite al que podrán sumarse los ganaderos que precisen una esclarecimiento del asunto», advirtió Llorente.
Indemnizaciones y amenazas
El representante de Ugal no quiso especular sobre la posibilidad de que las vacunas aplicadas a la ganadería de León contra alguno de los serotipos del virus de la lengua azul estuvieran en mal estado: «No podemos imaginarnos que las vacunas remitidas a León se hayan guardado en mal estado; no podemos ni imaginarnos que eso haya ocurrido», dijo.
Y planteó algunas advertencias a la administración: «Se supone que ahora, reconozcan o no la existencia de la lengua azul o de lo que demonios sea lo que está llevando por delante el único medio de vida de los pueblos de la montaña de León, van a indemnizar a los propietarios como decidieron hacerlo hace quince días». Y transmitió una denuncia sobre «las artes que están utilizando desde el servicio oficial de ganadería y agricultura, reconocidas por muchos propietarios de ganado, a los que incluso amenazan con quitarles las subvenciones que les concede cada año la Unión Europea».
«Ya sólo nos faltaba que ahora amenacen a los ganaderos con quitarles las ayudas europeas»
MATÍAS LLORENTE
Secretario de Ugal
R.Lopez
Ugal calificó ayer de hecatombe la situación de mortandad que está viviendo la ganadería en el norte de León, que se extiende de forma incontrolada por los valles más alto de la provincia. Y ante la falta de información de los responsables de la administración competente en la materia «la dejadez y el abandono al que están sometiendo a los ganaderos», precisó Matías Llorente, secretario de la organización, este sindicato va a pedir por vía judicial que se esclarezcan las circunstancias y las causas que han dado pie a una mortandad masiva entre los rebaños de ovejas y ahora comienza a afectar también al vacuno. «Según los responsables en sanidad animal sólo se puede llegar al fondo de la situación de una forma; es preciso un muestreo de sangre a través de un test específico para determinar si las reses vacunadas contra la lengua azul han generado algún tipo de anticuerpos a las dos semanas de recibir la dosis. De no ser así, demostraría que las vacunas no estaban en buen estado y que pueden ser desencadenantes de este problema que tantas pérdidas está ocasionando a los ganaderos. Y Ugal va a pedir una investigación judicial, en un trámite al que podrán sumarse los ganaderos que precisen una esclarecimiento del asunto», advirtió Llorente.
Indemnizaciones y amenazas
El representante de Ugal no quiso especular sobre la posibilidad de que las vacunas aplicadas a la ganadería de León contra alguno de los serotipos del virus de la lengua azul estuvieran en mal estado: «No podemos imaginarnos que las vacunas remitidas a León se hayan guardado en mal estado; no podemos ni imaginarnos que eso haya ocurrido», dijo.
Y planteó algunas advertencias a la administración: «Se supone que ahora, reconozcan o no la existencia de la lengua azul o de lo que demonios sea lo que está llevando por delante el único medio de vida de los pueblos de la montaña de León, van a indemnizar a los propietarios como decidieron hacerlo hace quince días». Y transmitió una denuncia sobre «las artes que están utilizando desde el servicio oficial de ganadería y agricultura, reconocidas por muchos propietarios de ganado, a los que incluso amenazan con quitarles las subvenciones que les concede cada año la Unión Europea».
«Ya sólo nos faltaba que ahora amenacen a los ganaderos con quitarles las ayudas europeas»
MATÍAS LLORENTE
Secretario de Ugal
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