«Si Caín está en Castilla y León, en Castilla y León hay lengua azul», advierten los ganaderos
Desde que apareció la primera res muerta se cuentan ya una veintena de bajas en la cabaña ganadera
Los vecinos de Caín se encuentran algo más que contrariados con el mutismo de los servicios oficiales de ganadería sobre lo que ellos consideran una epizootia de lengua azul y que ya se ha cobrado la vida de una veintena de ovejas que pastaban en el corazón de los Picos de Europa.
El convencimiento de que esta enfermedad se ceba en el pueblo se centra en la comparación con los animales muertos en el vecino concejo de Cabrales (Asturias) que murieron con el mismo aspecto (lengua y boca azul) tras sufrir los mismos síntomas y en tiempos similares de convalecencia. «Si Caín está en Castilla y León, entonces en Castilla y León hay lengua azul y que dejen de decir mentiras», afirmó ayer el alcalde pedáneo del pueblo, Victor Manuel Sánchez, quien manifestó su preocupación por la falta de información respecto a la dolencia de las reses muertas. «Primero nos dijeron que no había lengua azul, después vinieron a vacunar y luego dijeron que las ovejas se morían por la vacuna, pero antes de vacunar ya había ovejas muertas con los mismos síntomas» manifestó Sánchez, para quien no hay duda en que es la enfermedad de la lengua azul la que ha producido las bajas. «Las ovejas de Cabrales se mueren de la misma manera que estas. Cabrales está a 12 kilómetros, pero en el puerto las ovejas están casi juntas y ahora resulta que para el Principado sí es lengua azul y para la Junta no», señaló el pedáneo de Caín.
La información, por la prensa
Ni los ganaderos ni las autoridades locales han recibido notificación alguna sobre el resultado de los análisis del sangrado practicado el pasado 20 de agosto, tras vacunar el ganado el día 18, lo que inquieta aún más a los propietarios de los rebaños y al pueblo en general. «Nos dijeron que nos comunicarían en breve los resultados, pero nadie ha dicho nada al respecto» aseguró Victor M. Sánchez, quien se mostró duro con las pasadas declaraciones del jefe de Ganadería de León, Fidentino Reyero, «Parece que, contra lo que dice Fidentino, habrá que estar pendientes del periódico y del BOE, pues ellos no dicen nada y cuando dicen algo, no es verdad», aseveró Sánchez, quien también pidió a los sindicatos agrarios que actúen con rapidez antes de que el mal sea mayor.
Ayer martes fueron evacuadas de Caín los tres últimos cadáveres de ovejas con todo el aspecto de sufrir la enfermedad, dejando en el establo a dos compañeras que, según su cuidador, «tienen toda la pinta de sufrir de lo mismo», hasta el extremo de que dicho pastor llegó a manifestar que «hubiera preferido que se murieran ayer para que dejen de sufrir ellas y yo», concretó el ganadero.
Desde hace quince días en el valle de Valdeón se advierte la zozobra entre los ganaderos, a pesar de los resultados trasladados por la Junta, a pesar de la vacunación de las reses, a pesar de que los augurios de que la llegada de las noches con bajas temperaturas iban a frenar al mosquito vector en León.
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