lunes, 6 de octubre de 2008

Cerco a las cajas

Prensa - Diario de Leon - 30/09/2008

EL CORRO
PEDRO VICENTE

EL EMPEÑO DE la Junta en «fortalecer el músculo financiero de la comunidad» parece que ha encontrado por fin la receptividad necesaria entre los destinatarios del mensaje, que no son otros, claro está, que los rectores de las Cajas de Ahorro de Castilla y León. Durante mucho tiempo, más de un año, las Cajas han permanecido sin darse por aludidas ante la reiterada apuesta del gobierno Herrera por encaminarlas hacia el horizonte de su fusión. Con sus cuentas de resultados más o menos saneadas, ninguna de ellas tenía el menor interés en abordar ese camino.

En esas estábamos hasta que la crisis económica ha dado un vuelco a la situación. La drástica caída de los beneficios, el incremento de la morosidad y la incertidumbre del mercado financiero se han convertido en los mejores aliados de la Junta para vencer las resistencias. En la actual coyuntura ninguna caja está en condiciones de rehuir el debate y menos aún de oponerse a la puesta en marcha de instrumentos de cooperación que favorezcan las sinergias y refuercen su estabilidad en este tiempo de zozobra financiera.

La Junta lo sabe y ha redoblado en las últimas semanas su ofensiva por tierra, mar y aire. «¿Hay que esperar a que haya un verdadero problema en alguna entidad financiera para asumir este debate?», ha llegado a preguntarse públicamente el presidente Herrera. Simultáneamente, la crisis interna vivida en Caja Duero se ha dado por zanjada de forma muy favorable a los intereses de la Junta, habida cuenta de lo debilitado que ha salido del trance el presidente de dicha entidad, Julio Fermoso, precisamente quien mayores reservas y reticencias venía mostrando hacia los planes del gobierno autonómico.

Con las cajas prácticamente cercadas, resignadas a plegarse al designio político, la Junta quiere descongelar cuanto antes el acuerdo secreto alcanzado en junio con el PSOE. Dicho acuerdo, aplazado a la espera de que los socialistas celebraran su congreso autonómico, contemplaba la puesta en marcha de importantes instrumentos comunes: un consorcio financiero que unifique la cartera de participaciones bursátiles e industriales de las seis cajas, un banco de inversiones similar al creado en Andalucía y un sistema compartido de servicios, incluida la obra social. El marco resultante supondría en la práctica emprender el camino irreversible hacia la fusión.

Así las cosas, ni que decir tiene que el de las cajas va a ser el primer asunto que abordarán Juan Vicente Herrera y Óscar López en la reunión que celebran mañana. A López el asunto no le coge de nuevas ya que, por encargo expreso de Zapatero, supervisó el acuerdo alcanzado en junio y, a mayor abundamiento, mantuvo hace meses un encuentro, también secreto, con Herrera justamente para avalar ese pacto.

Ahora sería el momento de ratificarlo y extenderlo a los representantes del PP y el PSOE en los consejos de administración y asambleas de las cajas, a fin de que dichos órganos -que a fecha de hoy desconocen oficialmente tal acuerdo- asuman el proceso de poner en marcha esos nuevos instrumentos comunes de cooperación. Si esto se produce la fusión será sólo un hecho más pronto que tarde.

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