viernes, 3 de octubre de 2008

¿Un proyecto común?

Prensa - Diario de leon - 23/09/2008

EL CORRO
PEDRO VICENTE

DESDE la privilegiada situación que disfrutan gracias a Zapatero, resultaba ciertamente inaudito que los socialistas leoneses, en lugar de ayudar al PSOE a salir de su estado de postración en el resto de la Comunidad Autónoma, se obstinaran en marcar diferencias y en poner palos en la ruedas al nuevo secretario autonómico del PSOE. La idea de constituir un grupo parlamentario propio en el Parlamento Autonómico suponía minar desde dentro y de forma irreversible la autoridad de Óscar López, el diputado segoviano que, plenamente avalado por el propio Zapatero, ha asumido el reto de hacerse cargo del PSOE de Castilla y León. Finalmente, en el congreso celebrado en Valladolid se imponía el sentido común (nunca mejor dicho) y los socialistas leoneses desistían de esa iniciativa. También decaía la llamada «enmienda Turiel», consistente en reconocer a León el «status» de una «región intracomunitaria» con un Consejo de Gobierno propio que se hiciera cargo tanto de las funciones de la Delegación Territorial de la Junta como de las competencias de la Diputación. Una propuesta ésta que, de haberse aprobado, no habría tenido efecto de ningún tipo, por cuanto resulta jurídicamente inviable sin reformar de nuevo el Estatuto de Autonomía.

A la postre la única formulación de carácter «leonesista» asumida en el congreso autonómico del PSOE ha sido el reconocimiento del carácter «plurirregional» de la Comunidad, lo cual no supone ningún avance sobre lo aprobado cuatro años antes en el congreso celebrado en Palencia. Junto a ello el acuerdo de pasar a llamar «autonómico» a lo que antes se denominaba «regional», cambio semántico al que los socialistas leoneses conceden al parecer gran importancia. En eso, o sea en nada con sifón, han quedado las proclamas «leonesistas» previas al congreso de Valladolid.

Los socialistas leoneses se han conformado con lograr la mayor cuota provincial dentro de la nueva Ejecutiva Autonómica, en la que han colocado a ocho de los suyos frente a los siete con que cuenta Valladolid, la segunda provincia con más representantes en el nuevo órgano de dirección. Como vicesecretaria única, Amparo Valcarce, pasa a ser formalmente la nueva «número dos» del PSOE en Castilla y León, aunque ello tiene mas de testimonial que de otra cosa, ya que en la práctica su condición de Secretaria de Estado apenas le permitirá dedicar tiempo a ese cargo orgánico. Por lo demás, recaen en miembros del PSOE de León tres de las 13 secretarias de área y cuatro de las 22 vocalías que completan la Ejecutiva que encabeza Óscar López. No ha habido por tanto ni pulso ni choque de trenes entre los socialistas leoneses y el PSOE de Castilla y León. No podía ser que la deriva «leonesista» emprendida por el alcalde y próximo secretario provincial, Francisco Fernández, fuera a costa de erosionar a su propio partido en el resto de la Comunidad. Por si alguien no lo quería entender, Zapatero se ocupó de dejarlo claro el pasado domingo en Valladolid, cuando inmediatamente después de expresar su «apoyo total e incondicional» a Óscar López, afirmó con rotundidad que «Castilla y León es un proyecto común». A partir de ahí no deberían caber nuevos equívocos.

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