A. Caballero
El secretario autonómico carga contra la Ley de Montes y el Plan de Carreteras
Antes de que pueda tener ocasión para cumplir su promesa de «venir como presidente» de la Junta al Ayuntamiento, Óscar López visitó ayer a Francisco Fernández para «compartir preocupaciones». Desvelos que tienen en común sobre la administración autonómica el secretario de los socialistas de la comunidad y candidato para los comicios que se celebrarán en el la comunidad en el 2011, y el máximo responsable del PSOE leonés y alcalde de la capital, como ejemplificaron en el dato ofrecido por la Cámara de Contratistas de Castilla y León sobre la inversión en la provincia en el último trimestre: «de cada 100 euros, 56 los aporta el Gobierno y sólo 5 la Junta». «Abandono», «nefasta gestión», «falta de sensibilidad»: una retahíla de críticas vertidas por una formación que apuesta por mantener el esquema territorial pero dar mayor protagonismo a todas las provincias, según su compromiso si consigue gobernar en las Cortes, donde sólo logró el mando en el primer mandato de la democracia.López, que cargó contra el consejero de Fomento de la administración autonómica, el leonés Antonio Silván, al retarle a que explique «el abandono» que sufre León, tiró de uno de las iniciativas básicos de la Junta para apuntalar su argumentación: el Plan Regional de Carreteras. Un proyecto que «hipoteca las infraestructuras de la comunidad hasta el año 2020 y que no ha sido acordado ni dialogado, ni con la oposición ni con ningún sector implicado», y en el cual «el 80% va destinado a obras de mantenimiento, pero no a hacer ninguna obra nueva». «Es una marginación, no sólo de León, sino también del resto de provincias», recalcó el secretario autonómico de los socialistas, que ya han denunciado en anteriores ocasiones que el 75% de las autovías que se contemplan en el documento serán sufragadas con fondos Miner provenientes del Gobierno, cuyo fin es actuar con carácter adicional a las inversiones ordinarias.
No bajó el nivel de discurso el próximo candidato del PSOE para tildar la Ley de Montes como «un atropello, en especial con una provincia como León», donde «históricamente y por tradición» los pueblos «han gestionado el suelo de una manera exitosa», que ahora «la Junta se acaba de llevar por delante, también sin aplicar el diálogo y aplicando una ley que es lamentable».
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