A Esgaya - Emilio Gancedo
NO ES nuestra fiesta. Al menos yo, y la mayoría de cuantos paisanos conozco, no la sentimos como propia y la llamamos, casi sin asomo de ironía, «el Día del Libro». Y no lo es por muchas, muchas razones que sería imposible enumerar aquí. Para poder enumerarlas hay que leer historia y etnografía, hay que leer la prensa diaria; hay que razonar con sentido común, respeto y ausencia de fanatismo, hay que escuchar a la gente todos los días en el paseo, el trabajo o la taberna.
Quizá la principal de esas razones sea una muy sencilla de comprender: la actual división autonómico no respeta la Constitución porque impide que, a ojos propios y ajenos, los leoneses mantengamos, difrutemos y divulguemos nuestra identidad propia. Muy al contrario, nos hemos ocultado, oscurecido, difuminado, a ojos de los valencianos, aragoneses, vascos, andaluces, catalanes... y el resto de ciudadanos de España, quienes nos asimilan a lo castellano de una manera ciertamente injusta pero lógica ante la falta de un ámbito de decisión leonés, ante la ausencia de la Comunidad Autónoma de León. Esta situación anómala, única en el mapa administrativo nacional (es la única región española que, existiendo anteriormente, no alcanzó autonomía propia) nos ha sumido en un dique seco social, económico y cultural tan lamentable como digno de estudio. Si todas las demás regiones han potenciado, puesto en valor, sus producciones propias, su arquitectura tradicional o su paisaje emblemático, en León se olvidan, se destruyen o se menosprecian. Si han reunido con cuidado sus rasgos lingüísticos para su estudio y enseñanza, aquí son objeto constante de burla. Los resultados: desmantelamiento, parcelación identitaria, el alzhéimer regional, el adiós muy buenas. Vivimos en el limbo de lo autonómico.
Pero, en última instancia, no es la fiesta leonesa, no es ésta la comunidad que queremos o que podemos llegar a querer, porque no la elegimos. El proceso se hizo a espaldas de los ciudadanos, con gravísimas irregularidades democráticas, y ya se sabe, lo que mal empieza, mal, mal acabahttp://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=449357
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