Medio millar de personas se concentraron en Cistierna para guardar cinco minutos de silencio contra la línea Sama-Velilla, que definen como «la muerte de la montaña leonesa»
José María Campos
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Unas quinientas personas realizaron ayer una concentración silenciosa ante la iglesia de Cistierna como protesta por la inclusión de la línea de alta tensión Sama-Velilla dentro del Plan Energético Nacional 2008-2016. Se guardaron cinco minutos de silencio mientras tocaban a muerto las campanas como anuncio de «la muerte de la montaña leonesa». La convocatoria fue hecha por las plataformas contrarias a esta línea, S.O.S. alta tensión No; asociación Bodón y No a la línea de alta tensión Alto Bernesga.
Noemí Tejerina de la plataforma de Cistierna lamentó que el gobierno no tenga en cuenta las 25.000 alegaciones y «las tire a la basura como si no existieran». Camino Alonso de la asociación Bodón señaló que a partir de ahora empieza la verdadera lucha con grandes movilizaciones. El asesor jurídico de las plataformas, Alberto Rodriguez, dijo que se han presentado quejas ante Europa y se seguirá haciendo al considerar que el tendido infringe la normativa comunitaria. Además se agotarán todos los recursos que existen en la vía administrativa y «por ello hemos solicitado la colaboración de la Diputación de León, que está haciendo una especie de fraude de ley y un apoyo muy laso». Por su parte, el asesor técnico, Emilio Rodríguez, señaló que ni el gobierno central ni el autonómico se están haciendo eco de las reivindicaciones ciudadanas y dijo que de cada 100 megavatios instalados en León se exportan 85 megavatios sin recibir nada a cambio. «Ahora se pretende instalar más potencia para evacuarlos después, lo que es contrario a todo protocolo nacional e internacional. Este disparate que va a traer muchos perjuicios y ningún beneficio nos legitima, porque la Sama-Velilla es la punta del iceberg del desastre para León». Por ello se va exigir que se retire la línea «que nadie quiere».
Noemí Tejerina de la plataforma de Cistierna lamentó que el gobierno no tenga en cuenta las 25.000 alegaciones y «las tire a la basura como si no existieran». Camino Alonso de la asociación Bodón señaló que a partir de ahora empieza la verdadera lucha con grandes movilizaciones. El asesor jurídico de las plataformas, Alberto Rodriguez, dijo que se han presentado quejas ante Europa y se seguirá haciendo al considerar que el tendido infringe la normativa comunitaria. Además se agotarán todos los recursos que existen en la vía administrativa y «por ello hemos solicitado la colaboración de la Diputación de León, que está haciendo una especie de fraude de ley y un apoyo muy laso». Por su parte, el asesor técnico, Emilio Rodríguez, señaló que ni el gobierno central ni el autonómico se están haciendo eco de las reivindicaciones ciudadanas y dijo que de cada 100 megavatios instalados en León se exportan 85 megavatios sin recibir nada a cambio. «Ahora se pretende instalar más potencia para evacuarlos después, lo que es contrario a todo protocolo nacional e internacional. Este disparate que va a traer muchos perjuicios y ningún beneficio nos legitima, porque la Sama-Velilla es la punta del iceberg del desastre para León». Por ello se va exigir que se retire la línea «que nadie quiere».
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