El exceso de producción amenaza con una nueva crisis en el sector lácteo, como en mayo
La láctea gallega conseguirá la mercancía de la ruta leonesa en las cooperativas de Lugo
L. Urdiales
Leche Río y los productores leoneses vuelven a estar en el medio del escenario de zozobra que no abandona al marcado lácteo. La empresa lucense ya tiene decidida su próxima respuesta ante el desfase de la demanda y la oferta: recorte de gasto en la recogida de la materia prima. Paganos, otra vez, tres meses después, los productores de León. Más de 50.000 litros se quedarán desde mediados de agosto en las granjas de las vegas leonesas, donde Leche Río acudió hace dos años a hacer acopio de materia prima cuando en el mercado era difícil contratar un litro. Según confirmó el propio dueño de la compañía a la Agencia Gallega de Noticias que recoge El Progreso de Lugo, la láctea gallega cambiará la ruta leonesa por la mercancía que le aseguran dos cooperativas de ganaderos lucenses, a los que a su vez ha dejado la leche en la granja una compañía láctea andaluza. Y en el final de la cadena cae el más débil. Los ganaderos leoneses, perjudicados en tiempos de inestabilidad por no contar esta provincia con industrias transformadoras como ocurre en otros territorios productores, como las provincias gallegas, el Principado de Asturias o Cantabria.
Recesión en el envasado
La decisión que ha emprendido Leche Río es un acto reflejo de protección ante la ley primaria del mercado: exceso de oferta y reducción de ventas en el consumo doméstico. «Hay exceso de materia prima», reconoció Jesús Lence, dueño de la transformadora gallega en la agencia. El sector industrial ya no oculta su preocupación porque se aprecia una recesión en el consumo de leche, que entorpece el proceso de ventas y traslada el problema al factor del almacenaje tan temido en este sector.
Las lácteas ya destinaron la pasada primavera una gran parte de la mercancía que tienen contratada con los productores a la transformación en polvo.
La preocupación en el sector primario leonés comienza a elevarse de nuevo tras el huracán sufrido los últimos días de abril y primeros de mayo, cuando libró una batalla por recolocar la leche fresca que dejó de comprar Río a varias decenas de ganaderos. Algunos de ellos se vieron obligados a tirarla al no contar con medios suficientes para almacenarla en condiciones mientras buscaban y encontraban un comprador.
La respuesta de Lactiber, la única firma que mantiene ahora actividad de envasado y transformación de leche líquida en la provincia leonesa, salvó la situación crítica a la que se asomaron los productores. La saturación del mercado hace prever que esa inquietud se va a reeditar en los próximos días, una vez que los productores reciban la notificación de que su relación comercial con Río está finiquitada.
Leche Río y los productores leoneses vuelven a estar en el medio del escenario de zozobra que no abandona al marcado lácteo. La empresa lucense ya tiene decidida su próxima respuesta ante el desfase de la demanda y la oferta: recorte de gasto en la recogida de la materia prima. Paganos, otra vez, tres meses después, los productores de León. Más de 50.000 litros se quedarán desde mediados de agosto en las granjas de las vegas leonesas, donde Leche Río acudió hace dos años a hacer acopio de materia prima cuando en el mercado era difícil contratar un litro. Según confirmó el propio dueño de la compañía a la Agencia Gallega de Noticias que recoge El Progreso de Lugo, la láctea gallega cambiará la ruta leonesa por la mercancía que le aseguran dos cooperativas de ganaderos lucenses, a los que a su vez ha dejado la leche en la granja una compañía láctea andaluza. Y en el final de la cadena cae el más débil. Los ganaderos leoneses, perjudicados en tiempos de inestabilidad por no contar esta provincia con industrias transformadoras como ocurre en otros territorios productores, como las provincias gallegas, el Principado de Asturias o Cantabria.
Recesión en el envasado
La decisión que ha emprendido Leche Río es un acto reflejo de protección ante la ley primaria del mercado: exceso de oferta y reducción de ventas en el consumo doméstico. «Hay exceso de materia prima», reconoció Jesús Lence, dueño de la transformadora gallega en la agencia. El sector industrial ya no oculta su preocupación porque se aprecia una recesión en el consumo de leche, que entorpece el proceso de ventas y traslada el problema al factor del almacenaje tan temido en este sector.
Las lácteas ya destinaron la pasada primavera una gran parte de la mercancía que tienen contratada con los productores a la transformación en polvo.
La preocupación en el sector primario leonés comienza a elevarse de nuevo tras el huracán sufrido los últimos días de abril y primeros de mayo, cuando libró una batalla por recolocar la leche fresca que dejó de comprar Río a varias decenas de ganaderos. Algunos de ellos se vieron obligados a tirarla al no contar con medios suficientes para almacenarla en condiciones mientras buscaban y encontraban un comprador.
La respuesta de Lactiber, la única firma que mantiene ahora actividad de envasado y transformación de leche líquida en la provincia leonesa, salvó la situación crítica a la que se asomaron los productores. La saturación del mercado hace prever que esa inquietud se va a reeditar en los próximos días, una vez que los productores reciban la notificación de que su relación comercial con Río está finiquitada.
| |
No hay comentarios:
Publicar un comentario