Crece el malestar en León por el reparto del agua que realiza el organismo que preside Gato
La reserva de agua en Riaño ya es porcentualmente inferior a la de las presas del Carrión
L. Urdiales
El nivel de las reservas del embalse del Esla en el inicio del año hidrológico es fruto de la gestión decidida por la CHD: la presa de Riaño está ya a un porcentaje inferior, o similar, a los embalses de los sistemas hídricos a los que ha auxiliado desde la pasada primavera. Auxilio que han costeado los agricultores de varias zonas de la vega del Esla y del Páramo Bajo que no han podido llevar adelante cultivos por falta de agua.
El embalse riañés alcanza a penas un 30% de su capacidad tras superar la primera semana de octubre. En los valles del alto Esla quedan doscientos hectómetros cúbicos, por debajo de la tercera parte de lo que puede almacenar el pantano. «Ahí está el ejemplo de lo que venimos denunciando desde hace años; la CHD saca agua para Palencia y Valladolid y nos limita a nosotros los cultivos. Pero ahora que se ha quedado el embalse a menos de un tercio de su capacidad se descubre que los embalses del sistema del Carrión, tienen más porcentaje de reserva que el Esla; así se demuestra quién gestiona, para qué gestiona y a favor de quien gestiona», lamentan ahora los agricultores a los que la pasada primavera la CHD negó agua para que sacaran adelante cientos de hectáreas de cultivos azucareros.
El malestar en el campo leonés que depende del pantano de Riaño es patente. Y se refiere a la planificación que la Confederación Hidrográfica del Duero realiza con las reservas del Esla de por medio. «Creían que el embalse de Riaño es inagotable; pero ya se ve que no. Ellos se han encargado de demostrar que no era inagotable. Y menos mientras tengan abierta la espita de la aportación a Palencia, de cuatro, seis o cuarenta metros cúbicos por segundo, o lo que quieran llevar cada año», se argumenta entre los cultivadores afectados por el racionamiento del agua. Riaño tiene 70 hectómetros cúbicos menos que hace un año; Camporredondo, embalse palentinos del Carrión, once más.
L. Urdiales
El nivel de las reservas del embalse del Esla en el inicio del año hidrológico es fruto de la gestión decidida por la CHD: la presa de Riaño está ya a un porcentaje inferior, o similar, a los embalses de los sistemas hídricos a los que ha auxiliado desde la pasada primavera. Auxilio que han costeado los agricultores de varias zonas de la vega del Esla y del Páramo Bajo que no han podido llevar adelante cultivos por falta de agua.
El embalse riañés alcanza a penas un 30% de su capacidad tras superar la primera semana de octubre. En los valles del alto Esla quedan doscientos hectómetros cúbicos, por debajo de la tercera parte de lo que puede almacenar el pantano. «Ahí está el ejemplo de lo que venimos denunciando desde hace años; la CHD saca agua para Palencia y Valladolid y nos limita a nosotros los cultivos. Pero ahora que se ha quedado el embalse a menos de un tercio de su capacidad se descubre que los embalses del sistema del Carrión, tienen más porcentaje de reserva que el Esla; así se demuestra quién gestiona, para qué gestiona y a favor de quien gestiona», lamentan ahora los agricultores a los que la pasada primavera la CHD negó agua para que sacaran adelante cientos de hectáreas de cultivos azucareros.
El malestar en el campo leonés que depende del pantano de Riaño es patente. Y se refiere a la planificación que la Confederación Hidrográfica del Duero realiza con las reservas del Esla de por medio. «Creían que el embalse de Riaño es inagotable; pero ya se ve que no. Ellos se han encargado de demostrar que no era inagotable. Y menos mientras tengan abierta la espita de la aportación a Palencia, de cuatro, seis o cuarenta metros cúbicos por segundo, o lo que quieran llevar cada año», se argumenta entre los cultivadores afectados por el racionamiento del agua. Riaño tiene 70 hectómetros cúbicos menos que hace un año; Camporredondo, embalse palentinos del Carrión, once más.
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