CARTAS AL DIRECTOR
Francisco Iglesias Carreño
Desde el día 1 de marzo hasta el día 7 de octubre del año 1072, los ejércitos castellanos (mandados por el soberano SANCHO II de la Corona de Castilla), sitiaron la ciudad de Zamora (ubicada en la Corona Leonesa).
Gracias al ardid y valentía de Bellido Dolfos, que terminó con la vida de SANCHO II de Castilla (Rey de los sitiadores), el día 7 de octubre de 1072 -después de siete meses y siete días de cerco- quedó liberada la ciudad leonesa de Zamora.
Zamora y, por ende, la Corona Leonesa han permanecido en el tiempo como el lugar donde se frenaron las ambiciones expansionistas de la Corona Castellana, protagonizadas por su Rey SANCHO II de Castilla, y por tanto como paradigma ejemplar de una defensa mancomunada de todos sus habitantes frente a la opresión foránea.
En tal defensa mancomunada de Zamora, de los zamoranos y zamoranas en el año 1072 frente a la Corona Castellana, destacaron la Infanta leonesa Doña Urraca, tenida por Reina de Zamora, su Alcaide Arias Gonzalo y sus hijos, Bellido Dolfos y cientos, puede que miles, de los sitiados en esta parte del Oeste de España que ha conformado de Norte a Sur, a lo largo del proceso histórico esa franja –de tierra, gentes y cultura- que es la Corona Leonesa.
Gracias a todos y cada uno de los defensores de Zamora del año 1072, podemos decir: ZAMORA NO SE GANÓ EN UN AHORA.
Para tales y tan preciados defensores de Zamora decimos ahora, en pleno Siglo XXI: ¡¡¡Gloria y Honor!!!
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