lunes, 4 de mayo de 2009

Los pueblos ¿refugio de parados?

Diario de Leon - 29/04/2009
tribuna | JUAN ANTONIO URDIALES | ABOGADO

EL SECTOR agro-ganadero podría absorber, en la actualidad, al menos una parte de los que van perdiendo el empleo en la construcción, industria, etcétera. ¿Los pueblos como lugar de acogida? La respuesta debería ser afirmativa, ya que muchos de los nuevos parados proceden de este ámbito y conservan la propiedad de casas y fincas, además conocen las labores del campo, que realizaron o vieron hacer a sus padres en otros tiempos, lo que facilita la cuestión. Pero no es posible, aunque también ayudaría el periodo de prestación por desempleo que cobran y que serviría de colchón para readaptarse. No lo es porque la agricultura y la ganadería -"tanto de bovino como de ovino-" se vienen arruinando desde hace años y, ahora, cada vez más rápidamente.

Los nacidos en los pueblos, al menos en nuestra tierra, siempre decimos que en ellos es muy difícil pasar hambre o frío, aunque falte el dinero. Siempre es posible criar cerdos, conejos o gallinas, sembrar verdura y utilizar leña de roble, chopo o semejante. Es decir vivir en tiempos de crisis con una economía de subsistencia. Pero esa forma de vida solamente permite lo dicho, subsistir, no proporciona trabajo para vivir dignamente una familia con los gastos normales de la misma.

Hoy se necesita mucho dinero para poner en marcha una explotación de cualquier tipo y ese no es el mayor problema.- La cuestión estriba en que la cantidad que se obtiene con la venta de los productos, no cubre los costes actualmente ni en la agricultura ni en la ganadería, si sumamos los gastos de simiente, abonos, piensos, máquinas, infraestructura, amortizaciones, etcétera. Los fondos comunitarios ( PAC), han supuesto una ayuda que cada vez es menor.

El maíz ha bajado el 50% su precio, la leche de oveja vale como hace muchos años, los corderos parecido; la leche de vaca se importa más barata y vale menos que hace años, con la amenaza de parte de la industria lechera de no recogerla, y los terneros al nacer no valen, prácticamente, nada. Sin embargo los fertilizantes, la simiente y otros productos necesarios para la siembra suben en progresión geométrica (aunque últimamente empieza a ayudar el precio del gasoil).

Algunos amigos con actividad consolidada desde hace tiempo en estos tipos de explotaciones, me comentan que «se defienden o sobreviven», pero a base de hacer muchas horas de trabajoque no cuentan -"ellos y su familia-". Y estoy hablando de zonas que conozco, de la Ribera del Esla, productivas y con agua suficiente, como Quintanas de Rueda y pueblos cercanos, Ayuntamiento de Gradefes o Villafalé y aledaños; donde tienen los problemas apuntados y en los primeros aparecen además otros, como débitos que surgen de riegos nuevos o mejoras de los canales y que gentes honradas y austeras como las que más pagan con sacrificio, porque hoy no se «saca de la tierra». Y si siempre el agricultor, en general, fue cumplidor y austero, produciendo mucho y consumiendo poco, hoy también tira de reservas o de donde sea para mantener y mejorar fincas heredadas o adquiridas, aunque sólo sea por orgullo y amor a las raíces. En otras regiones o comunidades quizás se hubieran subvencionado de forma más generosa estas obras... aquí no protestamos tanto.

No quería extenderme y creo que la pregunta inicial ha quedado contestada. El campo no permite hoy vivir dignamente ni al agricultor instalado, mucho menos acoger a los nuevos desempleados. Y como no se cuide por las administraciones, procurando rebajar costes de maquinaria, fertilizantes, etcétera, que en esta coyuntura de crisis siempre será posible, incluso, reducir impuestos y controlar algunas importaciones (aunque no conozco las normas de la UE al respecto, seguro que ahora será más fácil flexibilizar su interpretación), no sólo no se absorberán parados, si no que se crearán más y no tardando.

Las bajas en el sector se consideran normales en la homologación con otros países del entorno, pero no es exactamente así (y menos en momentos de recesión) porque no se pueden comparar algunas zonas muy industrializadas y/o con una renta, comparativamente, muy superior por servicios. En España hay mucho campo que explotar y no vivimos, por ejemplo, como un pequeño estado, que por ósmosis solamente subsiste bien al lado de otros grandes.

Señores políticos, dejen de perder el tiempo en insultarse como personas de escasa educación y en este momento en que se ayuda a otros sectores para que creen empleo o no lo destruyan, ayuden al sector primario por excelencia; el que produce los alimentos necesarios para consumo nacional y que faltan en otros lugares, y que puede recolocar parados, con el consiguiente doble o triple efecto ya indicado: Fijar población en el hábitat rural, producir incluso para exportar o alimentar zonas necesitadas y crear empleo, en un evidente efecto multiplicador que creo que me aceptarán los economistas.

Últimamente existen algunos nuevos proyectos y planes de inversiones, del Gobierno y de la Comunidad, que van en parte en la dirección indicada o buscando repoblación forestal, mejorar infraestructuras, etcétera que ayuden al desarrollo rural y, en resumen, prestando mayor atención a los pueblos para evitar la despoblación... a ver si es verdad.

http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=450351

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las explotaciones agropecuarias son rentables, especialmente en las riberas de los ríos de Castilla y León. Menos llorar, más trabajar y a pagar impuestos como todos. El Presidente Zapatero está ayudando a su tierra y ahora le toca a la tierra de Zapatero ayudar a las políticas sociales de nuestro Presidente.