lunes, 4 de mayo de 2009

Palomero: «León no rentabiliza al oso como reclamo turístico»

Diario de Leon - 29/04/2009
A. G. Puente

«León tiene poco rentabilizado al oso y debería sacarlo más partido turísticamente». El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, apuntó ayer que la provincia podría seguir el modelo que hace años desarrolla el Principado en Somiedo y los valles del Trubia con la atracción de miles de turistas gracias al reclamo de las osas Paca y Tola y las sendas y recorridos fijados para atisbar a los plantígrados, así como otros reclamos relacionados con este animal salvaje como la casa del oso.

En este sentido, Palomero -"en el encuentro informativo organizado por la Agencia Efe en San Marcos-" instó a implantar este modelo en el Alto Sil y la Montaña Oriental leonesa. «Es una iniciativa que, por ejemplo, el Alto Sil pide a gritos y permitiría, además, reforzar la imagen del oso».

Un Paca y Tola para León

Explicó, en esta línea, que León podría contar con algún ejemplar emblemático como atracción turística a modo de Paca y Tola y unir sus sendas del oso al símbolo del carbón y lo que significa este mineral para la provincia, creando una ruta de ferrocarril turística. «Jugar con esos dos elementos resultaría muy atractivo, ayudaría a generar empleos y actividad económica en las áreas de plantígrados y revalorizaría su imagen». También -"indicó-" sería posible añadir a esta propuesta el urogallo y sus hábitats.

Palomero anunció que la Fundación presentará en breve el censo osezno del 2008, que de acuerdo a estimaciones iniciales, se situará en idénticas cifras que el año anterior.

Así, en el 2007, un ejercio récord, contabilizó dieciocho osas paridas en la zona occidental y otras tres en la oriental. Existen en la actualidad entre 100 y 130 ejemplares de oso en la cornisa cantábrica, cuya principal amenaza en estos momentos es el veneno.

El peligro del veneno

En la última década han muerto por esta causa, controlados por la Fundación, siete ejemplares: tres en Asturias, tres en Palencia y otro más en Lugo, a los que deben añadirse aquellos cuyos cadáveres no han sido encontrados. Palomero advirtió que el veneno, normalmente colocado para el lobo, supone más peligro que los cazadores furtivos para laa especie. «Un problema muy importante para su conservación». Precisamente, el manual de las buenas prácticas que preparan busca atajar estas situaciones y fomentar su cuidado.

http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=450337

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