domingo, 3 de mayo de 2009

Qué esperamos o a qué esperamos los leoneses

Diario de Leon - 25/04/2009
TRIBUNA - MÁXIMO SOTO CALVO
MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN PRO IDENTIDAD LEONESA

De cara a la celebración del 1100 aniversario de la creación del Reino de León, estamos entrando en el juego que conviene al ente autonómico: Llegar a la fecha totalmente dependientes de sus veleidades autonómicas, para que, dueños ellos de nuestros dineros, «nos organicen» un evento

LOS VIENTOS de la desesperanza parecen estar soplando victoriosos sobre un León, reducto regional, peligrosamente acompasado al proyecto autonómico que alguien nos diseñó con grandes dosis de alevosía.

Vientos que no es difícil intuir parten de entreabiertos labios autonomistas, acomodándose para emitir, con regocijo y no tardando demasiado, un silbido que signifique una orden, mandato o humillación permanente.

Hoy todavía es aire en movimiento tendente a barrer ideas. Borrar el pasado a base de sepultarlo con los lodos autonómicos, es su trabajo previo. Las notas imperiosas que han de modular a este aire, no han sido escritas en papel pautado. La partitura aún está virgen. Pero el pentagrama con los signos musicales, está ya en la mente de los preclaros forjadores de una insolente amalgama identitaria.

El lector leones habrá comprendido, perfectamente, que aludo a la Fundación Villalar. El horno donde se cuece la masa de lo que pretenden sea, como ellos dicen, «nuestras señas de identidad», claro la castellanoleonesa , en la que tratan de involucrarnos sin ningún respeto histórico. Y lo que es más grave, sin el debido respeto democrático de consulta y conformidad entre las partes.

La desesperanza, a la que aludo en el inicio, que nos está inundando a los leoneses, se agrava con el desaliño, tolerancia e inconsistencia, tres vocablos que sumados se escriben: sumisión, de los que se llaman políticos leoneses.

¡Ah!, que hay honrosas excepciones, puede-¦

Sumisión partidista, claro está. Y duele tener que constatar esto, pero es así. Por eso lanzo una pregunta que si de verdad nos la formuláramos con seriedad los leoneses, todo podía cambiar. Es ésta:

¿Qué podemos esperar de ellos, los leoneses?

En este orden de cosas, la respuesta es ¡nada! Lo grave es que seguimos votándoles.

De cara a la celebración del 1100 aniversario de la creación del Reino de León, estamos entrando en momentos peligrosos. Lo dejé dicho en mi anterior y lo recalco hoy, tal como prometí, y lo hago afirmando:

También en esto, estamos entrando en el juego que conviene al ente autonómico: Llegar a la fecha totalmente dependientes de su veleidades autonómicas, para que, dueños ellos de nuestros dineros, «nos organicen» un evento.

Y no es eso, un «evento», ¡leoneses!, ni mucho menos organizado desde el desdén a la identidad leonesa. La fecha es nuestra, exclusivamente nuestra, y habla del nacimiento de un reino que nunca fue doblegado, aunque sí engañado, como nosotros ahora, descendientes de aquéllos que hicieron posible el Reino de León.

La celebración, de la mano del poder autonómico, corre el grave peligro de ser, sin la menor duda, ¡Una nada, nada, de un poco más...!

Hasta la coyuntura económica, llamada crisis, parece favorecer los planes de los sopladores del mal para esta tierra de leoneses.

Cuándo seremos capaces de percibir colectivamente que nada favorable podemos esperar, no ya de la parte castellana, sino, de los dirigentes, jugando a creadores, de este ente autonómico que nos ningunea por que nos teme y necesita.

Cómo es posible que los políticos de aquí no reaccionen en defensa de su pueblo, y sean capaces de tolerar que el poder autonómico elabore el silbido de sumisión, de no sé cuántos decibelios, cuyo onomatopéyico sonido está en preparación.

¡Ah!, que hay honrosas excepciones, puede-¦

A qué esperamos para sacar de nuestras urnas, de nuestras vidas, a estos señores de la falsedad, cuando se autodenominan leoneses, al tiempo que se solidarizan con lo castellanoleonés, allende nuestra tierra horneado.

Cuanto más nos embocen efemérides y sentimientos, más cerca están de alcanzar «sus últimos objetivos».

Me ha parecido excelente la idea expuesta el pasado día 12, en esta Tribuna por José Magín. Aquélla de elaborar un gran panel con el mapa peninsular, en el que esté perfectamente diferenciado el territorio del Reino de León, y el nombre de los Reyes leoneses, en clara connotación con el 1100 aniversario.

En cuanto a éstos, no hay problema: todos. Pero respecto al territorio ¿el de qué momento histórico? Yo me permito apuntar el correspondiente a Fernando II /Alfonso IX. El emplazamiento, a la entrada o salida de la capital por el puente de los leones, es correcto; pero el panel debe ser repetible en otros lugares provinciales o regionales leoneses. Y la suscripción popular, si cuaja, fenomenal.

http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=449585

No hay comentarios: