Diario de Leon - 05/06/2009
A esgaya | emilio gancedo
Sí?
-¿El señor León?
-Soy yo.
-Hola, mire, le llamo de Valladolid, mi nombre es la Junta de Castilla. Un equipo de profesionales muy cualificados ha estado estudiando su situación territorial y acaba de diseñar un plan que cambiará muy, muy, positivamente su estado actual. Vamos a ver: usted ha venido dividiendo su montaña en Occidental, Central y Oriental. Pero hombre, ¿no ve que eso es muy antiguo, poco dinámico, nada sinérgico, casi inservible para los tiempos que corren? Además va completamente en contra de todo el nuevo sistema unificado, tecnológico, modernísimo, que estamos implantando en estos momentos. La nueva visión que perseguimos es absolutamente incompatible con esas divisiones suyas tan obsoletas. ¡En todo caso la montaña central será la central de toda la comunidad, es decir, la que tenemos nosotros encima, la de Palencia y el extremo de León! Pero además, ¿qué diferencias provinciosas son esas? ¿No se da usted cuenta de que hay que ver las cosas en comunidad, en conjunto, en amor y en compañía? El futuro es uno y único, ¡todos juntos hemos de marchar, cogidos de la mano, en pos de un florido porvernir! No sea usted egoísta, ande, y abandone esas prácticas bajomedievales. Cambie el chip. Ya no es usted un todo, ¡es una parte! ¿Tan difícil es de comprender? Eso sí, una parte gloriosa, hermosa, útil, de este proyecto grande, hermoso, glorioso y útil... Seamos sinceros: usted ya está mayor, ha vivido mucho, apenas tiene fuerzas, sus herederos no luchan, muchos ni siquiera quieren saber nada de usted... Lo único que tiene que hacer es firmar aquí, donde pone Directrices de Ordenación del Territorio. Todo estará más ordenado, más centralizado, menos asilvestrado. Más mejor. ¿Qué me dice?
-Que a cascarla. Eso le digo.
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