domingo, 1 de junio de 2008

Esto es la leche

PRENSA - Diario de Leon - 22/05/2008

CONTRACORRIENTE

MIGUEL PAZ CABANAS


HACE unos días se celebraba en Localia TV la tertulia «Diario de León tiene la palabra», donde se abordaron los recientes -aunque seguramente enquistados- conflictos del sector lácteo, extensivos a lo que parece ser al ámbito agropecuario en general. La tertulia se hacía eco de un tema que lleva en candelero varias semanas, la adquisición de leche a productores franceses y portugueses en detrimento de los ganaderos autóctonos, pero que siendo específico tiene ramificaciones más profundas, en un mosaico de disparates en el que se mezclan las cuotas asignadas por la UE, la existencia de un mercado negro de proporciones desmesuradas, los abusos de la cadena comercial y el cierre interminable de explotaciones. Recordarán que, hasta hace poco, los sufrientes consumidores llegamos a pagar el litro de leche a un euro, en una subida imparable que, en apariencia, no parecía reportar beneficios a los propios ganaderos, que se veían asfixiados por otro lado con los costes crecientes del pienso, de los fertilizantes y del gasóleo. Esto llevó a los sindicatos agrarios a convocar una manifestación en Madrid, mientras el Ministerio del Medio Rural, en plan Poncio Pilatos, sacaba la vieja consigna de «no poder intervenir en un mercado de libre competencia» (y es que a este paso, el último reducto de libertad del ser humano va a ser paradójicamente la competitividad, tiene bemoles la cosa), como si en este mundo de las industrias lácteas -como en cualquier otro, el de las farmacéuticas, por ejemplo- las grandes cadenas distribuidoras actuasen como hermanitas de la caridad y aquí no quedara otra que asistir a la ceremonia de ver cómo unos se embolsan el botín y otros, los de siempre, emigran (en la última década desaparecieron en este país el 81% de las explotaciones ganaderas, que se dice pronto), o se hacen expertos en informática, que parece ser la solución para todo. Qué quieren que les diga, a mí la forma en que se organizan las cosas en el sector me recuerda una escena memorable de El padrino , donde un grupo de mafiosos se repartía los negocios de la ciudad (ya saben, droga, extorsión, prostitución¿), hasta que uno de los más avezados, provocando la carcajada general, soltaba aquéllo de «bueno, tampoco hay que pasarse de equitativos, no vayan a pensar que nos hemos vuelto comunistas».

No se me olvida que en este mercado de brujos y tahúres hay más cartas ocultas, sobre todo si pensamos en ese lío de las cuotas de la UE -que ahora, después de haberlas mantenido con una rigidez histórica, quieren suprimir-, o el reciente informe de la Brigada de la Fiscalía Anticorrupción denunciando que, entre 1997 y 2005, se produjo en este país un fraude de «leche negra» generalizado y de dominio público (y el Ministerio haciendo la vista gorda), con 1,2 millones de toneladas de leche que nadie parecía registrar. Negocio de sobreproducción encubierta que debió beneficiar a unos pocos, me da por pensar que a los de siempre, los que luego aparecen al lado de los políticos puro en ristre, dándose palmadas y celebrando que la vida es breve y hay que exprimirla a gusto. Pues sí, amigos, esto es la leche, y no duden que empeorará en los años venideros.

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