Ganaderos, entradores y empresarios se enfrentan a una decisión presentada como un «cese cautelar de la actividad»
La administración autonómica justifica la medida por «las deficiencias de bienestar animal»
L. Urdiales / A. Caballero
La orden de la Junta de cierre del matadero municipal de León -24 horas después de hacer lo mismo con el de Ponferrada- pone al borde del colapso a los industriales cárnicos leoneses y, por extensión, al sector agropecuario que arrastra desde hace ya meses una crisis de precios sin precedentes.
La ejecución del precepto de los servicios de sanidad de la administración autonómica obliga a buscar alternativas a cien industriales, que hasta la fecha utilizaban las instalaciones de Oteruelo y que no van a poder encontrar en toda la provincia soporte técnico suficiente para absorber el negocio. La Junta, que ayer matizó de inmediato que no se trataba de un cierre y sí de un cese temporal de actividad, basa su disposición en deficiencias estructurales importantes en el edificio, «importantes», matizan, y, aunque no observan en las inspecciones problemas de índole sanitario que luego pudieran repercutir en el consumo, sí aprecia irregularidades en el bienestar animal y algún que otra deficiencia medioambiental, «aunque en menor medida que el de Ponferrada», se puntualiza desde la administración autonómica.
Este cierre del matadero o cese de actividad coincide con la adopción de medidas similares sobre la instalación industrial cárnica de Ponferrada, -una circunstancia que reduce las alternativas que le queda al sector cárnico de la provincia para llevar adelante su negocio- y también con el relevo al frente de la jefatura de servicio de sanidad de la Junta en León.
Antes que la UE
La medida se precipitó sobre los usuarios del matadero, que ayer se vieron afectados por sorpresa en el manejo de un género que es perecedero. Poco después de mediodía se paralizó la entrada de ganado a los corrales; momentos después, las matanzas; más tarde, los despieces y así todos los pasos de la cadena de transformación hasta hacer imposible que la mercancía fluyera ayer tarde hacia la distribución.
Dentro, esperan más de un millar de canales (principalmente cerdo, ovino y vacuno) para entrar en la cadena de consumo. Los industriales, el colectivo de entradores, los carniceros, y también los productores que directamente llevan sus reses a este centro, confían en que a lo largo del día de hoy se les permita retirar el producto que se apila en las cámaras.
El cierre de las puertas del matadero municipal de León precede a la inspección que la Unión Europea prevé realizar a todos los centros de transformación cárnica de la provincia y que puede conllevar nuevos expedientes de paralizaciones de actividad para un sector que une intereses de productores e industriales cárnicos en la provincia; la única vía de salida para la carne leonesa en clara desventaja con la cada vez más notoria presencia de la gran distribución. El cese de negocio por la orden de la Junta se acumula en el intenso relato de incidencias que pesan sobre el futuro de las instalaciones municipales, pendientes desde hace años de salir adelante mediante una venta o una fórmula de gestión mixta que no acaba de concretarse.
La orden de la Junta de cierre del matadero municipal de León -24 horas después de hacer lo mismo con el de Ponferrada- pone al borde del colapso a los industriales cárnicos leoneses y, por extensión, al sector agropecuario que arrastra desde hace ya meses una crisis de precios sin precedentes.
La ejecución del precepto de los servicios de sanidad de la administración autonómica obliga a buscar alternativas a cien industriales, que hasta la fecha utilizaban las instalaciones de Oteruelo y que no van a poder encontrar en toda la provincia soporte técnico suficiente para absorber el negocio. La Junta, que ayer matizó de inmediato que no se trataba de un cierre y sí de un cese temporal de actividad, basa su disposición en deficiencias estructurales importantes en el edificio, «importantes», matizan, y, aunque no observan en las inspecciones problemas de índole sanitario que luego pudieran repercutir en el consumo, sí aprecia irregularidades en el bienestar animal y algún que otra deficiencia medioambiental, «aunque en menor medida que el de Ponferrada», se puntualiza desde la administración autonómica.
Este cierre del matadero o cese de actividad coincide con la adopción de medidas similares sobre la instalación industrial cárnica de Ponferrada, -una circunstancia que reduce las alternativas que le queda al sector cárnico de la provincia para llevar adelante su negocio- y también con el relevo al frente de la jefatura de servicio de sanidad de la Junta en León.
Antes que la UE
La medida se precipitó sobre los usuarios del matadero, que ayer se vieron afectados por sorpresa en el manejo de un género que es perecedero. Poco después de mediodía se paralizó la entrada de ganado a los corrales; momentos después, las matanzas; más tarde, los despieces y así todos los pasos de la cadena de transformación hasta hacer imposible que la mercancía fluyera ayer tarde hacia la distribución.
Dentro, esperan más de un millar de canales (principalmente cerdo, ovino y vacuno) para entrar en la cadena de consumo. Los industriales, el colectivo de entradores, los carniceros, y también los productores que directamente llevan sus reses a este centro, confían en que a lo largo del día de hoy se les permita retirar el producto que se apila en las cámaras.
El cierre de las puertas del matadero municipal de León precede a la inspección que la Unión Europea prevé realizar a todos los centros de transformación cárnica de la provincia y que puede conllevar nuevos expedientes de paralizaciones de actividad para un sector que une intereses de productores e industriales cárnicos en la provincia; la única vía de salida para la carne leonesa en clara desventaja con la cada vez más notoria presencia de la gran distribución. El cese de negocio por la orden de la Junta se acumula en el intenso relato de incidencias que pesan sobre el futuro de las instalaciones municipales, pendientes desde hace años de salir adelante mediante una venta o una fórmula de gestión mixta que no acaba de concretarse.
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