Los últimos, Emilio Fernández Tuñón y Ana Suárez, ya han presentado su dimisión por el escándalo de los parques solares
Sólo Santiago Travieso ha sido sustituido, el resto siguen reemplazados de modo temporal
F. RamosEl caso de las autorizaciones para parques solares va camino de convertirse en un escándalo de magnitudes incontrolables y, además, puede acabar con muchos de los altos cargos y funcionarios de la Delegación Territorial de la Junta en León, que dirige Eduardo Fernández.
En la mañana de ayer, a primera hora según confirmaron desde la propia delegación, el hasta ayer jefe de servicio de Industria, Emilio Fernández Tuñón, y su homónima en el servicio de Fomento, Ana Isabel Suárez, presentaron su dimisión irrevocable ante Eduardo Fernández, quien se la aceptó de inmediato. En ambos casos su dimisión llega tras saberse que ambos tienen relación con el negocio fotovoltaico: Emilio Fernández Tuñón a través de un familiar directo y Ana Suárez al ser ella misma la titular de una empresa que posee dos plantas solares en la localidad vallisoletana de Torrecilla.
Estas dimisiones llegan diez días después de que cayera el secretario territorial y número dos de la delegación, Javier Lasarte, quien dimitió el pasado 1 de agosto tras conocerse su participación en una sociedad limitida relacionada con la industria de la energía solar y para la que había logrado en el último año once autorizaciones para parques solares, seis en Valladolid y cinco en León.
En cuadro
El caso de las autorizaciones para plantas solares está poniendo al descubierto una situación que va más allá del propio escándalo del negocio fotovoltaico: el vacío de altos cargos que está sufriendo la Delegación Territorial de León, que dirige Eduardo Fernández. De hecho, en los últimos dos años hasta seis altos cargos han dejado sus puestos, bien por ceses, dimisiones o jubilaciones y sólo uno ha sido sustituido, el que fue jefe del Servicio de Sanidad y de Consumo de León, Santiago Travieso, cuya plaza ha sido cubierta por Pedro Ángel Redondo Cardeña. El resto de servicios siguen estando cubiertos de un modo interino, bien por funcionarios del mismo área en León o por otros venidos de otras provincias en comisión de servicios.
El primero de los servicios en quedar vacante fue el de Cultura y Patrimonio, en julio del 2006, cuando se jubiló Jaime Lobo al cumplir 70 años. En estos momentos, todavía sigue ejerciendo sus funciones, de un modo interino, el secretario técnico y número dos del servicio, Luis Prada, hasta que se nombre al sustituto de Jaime Lobo en la persona de Jesús Álvarez Courel.
Pero el caso es aún más grave en los últimos cuatro meses, en los que se han producido dos ceses y tres dimisiones forzadas. El 8 de mayo (el Bocyl lo publicó el 12 de mayo) fue cesado el jefe del servicio de Sanidad y Consumo, Santiago Travieso, tras descubrirse la existencia de arsénico en varios pueblos de la provincia y saberse que él había ocultado los análisis que lo demostraban durante meses, según informó entonces el propio delegado Eduardo Fernández. Precisamente, Travieso es el único de los altos cargos cesados, dimitidos o jubilados que ya tiene un sustituto no interino en la persona de Pedro Ángel Redondo Cardeña, veterinario leonés que hasta ahora trabajaba en Madrid en el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino.
El siguiente cese el de la gerente de Servicios Sociales, Aurora Rodríguez, el 27 de mayo por los continuos problemas y quejas con sus subordinados del servicio, que motivaron denuncias contra la gerente. Su cese fue publicado en el Bocyl el 2 de junio. Pocas semanas después el funcionario leonés con plaza en Valladolid, Carlos Miller, comenzó a ejercer las funciones de gerente de servicios sociales en comisión de servicios. Aún hoy se está a la espera de que se nombre al sucesor de un modo definitivo, algo que a la vista de otros casos, como el del jefe del servicio Agricultura, Fidentino Reyero, quien también está en comisión de servicios, puede prolongarse durante años.
A estos tres casos hay que sumar el de los dimitidos, hasta el momento, por el escándalo de las plantas solares: el primero, Javier Lasarte dejó su cargo de secretario territorial y número dos de la delegación el pasado 1 de agosto. A Lasarte le está sustituyendo de un modo interino el jefe del servicio territorial de Hacienda, hasta que la Consejería de Administración Autonómica, que dirige Isabel Alonso, nombre a su sucesor. A la marcha del ya ex secretario territorial le han seguido las dimisiones de Emilio Fernández Tuñón, como jefe del servicio de Industria, y de la jefa del servicio de Fomento, Ana Isabel Suárez; en ambos casos, les reemplazará en sus funciones el secretario técnico y número dos del servicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario