lunes, 6 de octubre de 2008

Alfonso VII, rey de León

Prensa - leonoticias.com- 06/10/2008

Más de 160 figurantes permiten recrear la Plaza de la Regla la coronación de Alfonso VII ante la presencia de cientos de leoneses

Durante unas horas la Plaza de la Regla se ha convertido, este domingo, en un enorme escenario con la Catedral como telón de fondo. Y sobre el mismo más de 160 figurantes, ataviados con trajes de época, para asistir a un acontecimiento histórico: la proclamación del rey de León Alfonso VII como emperador, un hecho que en los libros de historia tuvo lugar el 26 de mayo del año 1135.

El acontecimiento, magnífico, extraordinario por momento, congregó a tantos espectadores que, literalmente, era imposible encontrar espacio. La Fundación León Real, en colaboración con las concejalías de Turismo y Fiestas y Cultura, ha impulsado este evento dentro de los acontecimientos vinculados al 1100 aniversario del Reino de León, que se celebrará en el año 2010.

La compañía de teatro leonesa Diadres cuidó para la ocasión hasta el más mínimo detalle. El canto de juglares, el concilio, la comitiva, la coronación, el festejo y las ofrendas fueron pasando sin prisa, pero sin pausa, ante un asombrado, perplejo y por momentos atónito público.

Alfonso VII de León (que nació en Caldas de Reis, 1 de marzo 1105 y falleció Paraje de La Fresneda, 21 de agosto de 1157), fue llamado también Alfonso Raimúndez, Alfonso de Borgoña y Alfonso VII el Emperador. Alfonso VII fue rey del Galicia y posteriormente del León y de Castilla siendo el primer representante de la Casa de Borgoña en dichos reinos.

Hijo de Urraca I y de su primer marido, Raimundo de Borgoña, al fallecer su padre en 1108 heredó el título de conde de Galicia.

El 10 de marzo de 1126, tras la muerte de su madre, Alfonso VII fue coronado rey de León en la Catedral de León y de inmediato emprendió la reclamación del Reino de Castilla en el que su padrastro, Alfonso I de Aragón, contaba con importantes guarniciones militares que le aseguraban su dominio.

Este domingo León y los leoneses han revivido el acto de su coronación que, según informa Alfredo Escalada, estuvo marcado por los siguientes pasos:

1.- Primum, exeunte rege de thalamo, pontifex dicat orationem...
Mientras el Rey duerme, el obispo y los sacerdotes rezan en la capilla palaciega. Piden a Dios por la salud del Rey, y de paso por la suya: de todos en común... Amén.

2.- Postea, suscipiant illum duo episcopi dextra laevaque honorifice parati...
Dos obispos, vestidos de lujo y de honor, llevan al Rey: uno por la derecha y el otro por la izquierda. Tienen colgadas del cuello muchas reliquias santas. Los demás clérigos visten casullas especiales y muestran a todo el mundo los libros sagrados de los Evangelios. Toda la plebe está en la calle, detrás, rezando silenciosa... Amén.

3.- Introeuntes autem, praecedentes clerici decantent antiphonam...
Pasan primero los clérigos a la Catedral y cantan la antífona: "Señor, salva al Rey", hasta la entrada del coro. Y el obispo metropolitano reza al Omnipotente Dios para el Rey merezca llegar libre de adversidades y provisto del don de la paz: para sí, para su iglesia, para todos sus súbditos... Y de la paz aterna... Amén.

4.- Ibi autem ante chorum designatus princeps pallium el arma deponat...
El principe elegido deja su manto y sus armas en el suelo, y es conducido por los obispos hasta las gradas del altar, sobre ricos tapices y alfombras. Se postra en el suelo, humildemente. El coro repite una interminable letanía, a los apóstoles, a los mártirles, a los confesores, a las vírgenes, para que se dignen elegir como Rey a este su siervo. Y conducirle a la cumbre del imperio... Amén.

5.- Sublevatus autem princeps, interrogetur ab episcopo hoc modo...
Todos en pie, el principe es preguntado por el obispo de este modo: ¿Quieres mantener la santa fe, y guardarla con obras justas? Responde: Quiero. ¿Queres ser defensor de las iglesias y de sus ministros? Responde: Quiero. ¿Quires regir y defender tu reino conforme a la justicia de tus padres? Responde: Quiero. Y en cuanto pueda, apoyado en el divino auxilio y la ayuda de los fieles, prometo que obraré fielmente en todo. Amén.

6.- Deinde ipse dominus metropolitanus affactur populum his verbis...
Luego, el obispo dirige al pueblo estas palabras:¿Quieres sujetarte al este principe, confirmar su poder, otorgarle fe firme y obedecer sus mandatos? Entonces todo el clero y el pueblo circundante diga unánimemente: Hágase, hágase... Amén.

7.- Tunc ab episcopo ungantur manus de oleo sanctificato, ita dicendo...
Entonces sea ungido por el obispo en las manos con óleo santificado, diciendo así: Sean ungidas tus manos como las de los reyes y los profetas...para que sea bendecido este reino sobre este pueblo... Amén.

8.- Postea, ungantur ... caput, pectus et scapulae ambaeque compages, dicens...
Sea ungido en la cabeza, el pecho y la unión entre ambos hombros, diciendo: Te unjo como Rey, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo... Amén. Y rezará el obispo por el Rey: para que sea mas fuerte que sus enemigos; más santo y victorioso; coronado con la corona de la justicia y la piedad; para regir al pueblo con ambas... Amén.

9.- Postea, ab episcipis ensem accipiat, et cum ense totum sibi regnum fideliter ad regendum sciat esse commendatum...
Recibe luego la espada de manos del obispo, y con la espada sepa que se le encomienda todo el reino para gobernarlo fielmente. Recibe además de la espada, los brazaletes, el manto, y el anillo. Luego, el cetro y el báculo, mientras le dice el obispo que ellos son vara de virtud para el buen gobierno... Amén.

10.- Deinde coronatus, honorifice per chorum ducatur de altari ab episcopis usque ad solium, canente clero...
Después de coronado, sea llevado con honra, desde el altar de los obispos al trono, mientras canta el clero: "Le concediste, Señor, el deseo de su alma". Después, el obispo le autorice a poseer el trono de sus padres, con la bendición de Dios Padre, Hijo y Santo Espíritu... Amén.

11.- Tunc det illis osculum pacis...
Entonces se den el beso de la paz. Y toda la reunión de los clérigos, celebrando a tal rector y agitando los estadartes, cante el alta voz el himno "Te Deum Laudamus"... Y se celebre misa con gran procesión... Amén.

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