martes, 7 de octubre de 2008

La calidad de la educación pública

Prensa - Diario de Leon - 07/10/2008

TRIBUNA
ENRIQUE JAVIER DÍEZ GUTIÉRREZ

AÑO TRAS AÑO, los estudiantes finlandeses son los campeones del informe PISA, el Estudio para la Evaluación Internacional de los Alumnos que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. En su elaboración participan más de 250.000 estudiantes de 15 años, de 41 países. ¿Qué factores han propiciado estos magníficos resultados?

Hace un mes he estado en Finlandia. Si entras en una clase te encuentras con quince alumnos y alumnas atendidos por dos profesores o incluso tres, si hay alumnado de otros países o con alguna necesidad educativa especial. Además con un profesorado formado a lo largo de cinco años como mínimo y con una licenciatura en Magisterio que supone pasar dos procesos de selección que sólo superan los mejores. Estos son algunos de los factores cruciales que marcan la diferencia de una enseñanza de calidad auténtica.

Sin embargo, aquí, en León la directora provincial de educación ha decidido hacer justamente lo contrario: masificar las aulas con el fin de reducir el número de profesorado. Es decir, ajustarse al recorte presupuestario que le impone la Junta de Castilla y León que sigue una política educativa privatizadora, recortando cada vez más los recursos disponibles para la educación pública y dándoselo a los centros privados.

¿Es ésta la calidad que siempre aparece en los discursos de los políticos de la Junta cuando hablan de educación? ¿Va a suponer más calidad educativa para nuestros hijos e hijas que, en vez de que un profesor o profesora atienda a un grupo de 20 alumnos y alumnas, tenga que atender a un grupo de 31? ¿En una edad tan complicada como cuarto de la ESO? ¿con alumnado de diversificación que requiere mayor atención?

Supondrá para la mayoría del alumnado que los profesores y profesoras no podrán prácticamente atenderles personalmente, ni mucho menos seguir su progreso o detectar sus dificultades, corregir sus trabajos o, tan siquiera, ser conscientes del proceso de aprendizaje que están llevando a cabo. Entonces, ¿para qué esta masificación?

Obedece únicamente al criterio económico que parece haberse introducido como elemento clave del funcionamiento de los centros públicos con la nueva política educativa de la Junta: reducir costes. Si pagamos impuestos, ¿no tenemos derecho a que nuestros hijos e hijas disfruten de una educación de calidad con los recursos económicos que pagamos? ¿por qué los destinan a financiar la educación privada-concertada? ¿o es que sólo piensan en sus hijos e hijas que van a centros privados y religiosos de élite? Los estudiantes de algunos Institutos de Secundaria (como el de Fabero del Bierzo, en León) llevan ya una semana en huelga protestando ante esta masificación. El propio profesorado de la provincia de León se ha enfrentado a esta medida de la directora provincial. La Junta de Personal docente, que representa a todo el profesorado y a todos los sindicatos, desde los más conservadores a los más progresistas, se ha opuesto frontalmente y de forma unánime a este desaguisado, así como a la supresión de desdobles e implantación de refuerzos educativos fuera del grupo ordinario. Asimismo, los representantes de la Junta de Personal le hicieron constar de manera fehaciente a la señora directora provincial su desacuerdo con dichas medidas y le propusieron el respeto a la autonomía organizativa de los centros, el mantenimiento de la propuesta inicial de grupos y horarios realizada desde los IES y la ad opción de las medidas de atención a la diversidad que se contemplan en la normativa actual.

Ante la negativa a negociar y la imposición de esta sinrazón los representantes del profesorado de toda la provincia de León han decidido manifestarse y convocar concentraciones de rechazo hasta que esta directora vuelva a entrar en razón y, en vez de tomar medidas de masificación que conducen a un mayor fracaso escolar, empiece a ejercer su función realmente y exija a la Junta que dedique los impuestos que pagamos entre todos y todas a dotar económicamente a los centros del personal y los recursos suficientes para atender a nuestros hijos e hijas de la forma más personalizada y adecuada posible. En Fabero del Bierzo, algunos padres y madres apoyaron la huelga de sus hijos e hijas, ante unas medidas que, a todas luces, ni las familias, ni el alumnado, ni el profesorado, ni sus representantes, ni las investigaciones internacionales, avalan como forma de mejorar la calidad de la educación. Pero la directora provincial de León ya les comunicó que se pongan como se pongan la concentración de alumnado en las aulas se va a llevar a cabo. Ante ello, buena parte de las familias han decidido tirar la toalla. Se llevarán a sus hijos a Ponferrada, la capital del Bierzo, donde matricularán a sus hijos e hijas en colegios concertados donde no se produce este «problema». Es otra forma encubierta de privatización. El próximo año, la directora provincial hará recuento y, datos en manos, mostrará que se necesita mucho menos profesorado en los Institutos públicos de la provincia de León para atender al alumnado. Ha aprendido bien la lección y sigue los pasos de la emblemática Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.

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